Por equipos de Catalunya 2011, 9ª ronda: "sueños rotos"

Como el título de alguna película y de muchas canciones ha finalizado nuestra aventura, este año, en el Campeonato por equipos de Catalunya. Un calendario caprichoso, y un empate sorpresa en la primera ronda, han querido que este año pudieramos soñar con una ascenso a la División de Honor que en otro orden de rondas, seguramente, no se hubiera producido o no hubiera estado tan cerca.

Para finalizar el campeonato nos tocaba jugarnos el ascenso con el Sitges, equipo curtido en División de Honor y muy duro de roer. De hecho nuestro histórcio de enfrentamientos ya nos indicaba que era un objetivo muy difícil porque siempre habíamos salido escaldados contra ellos. No han venido con toda la artilleria, pero casi, porque tan solo les falló su primer tablero, el GM Lars Karlsson. Pero a pesar de ello, la nómina de maestros con 3 MI y 3 MF entre sus filas ya indican la dificultad de puntuarles y que venían a por todas sin fiarse un ápice de nosotros.

Teníamos claro que por delante iba a ser muy difícil y que sin los puntos de atras todavía más, ya que es donde existía una igualdad entre ambas formaciones. Así que finalmente los cuatro primeros tableros fueron muy importantes para el resultado porque tan solo pudimos arrancarles medio punto de cuatro posibles. En los seis tableros igualados ganamos holgadamente por 4 a 2, pero fue insuficiente.

Los puntos tardaron en subir al marcador y hasta pasadas las 12 del mediodía no se empezó a mover. El primero en acabar fue el MC Luis Sánchez que finalizó en tablas contra el MF Josep Maria Crespo. Ni cinco minutos más tarde ganó Ricard Llerins a Jesús N. Lecha. Nos poníamos por delante en el marcador. EL MC Francisco Núñez entablaba también contra Antoni Escobar y El MC Miquel Fernández-Díaz perdía contra el MF Antoni Marcet. Significaba el 2 a 2.

El siguiente en sumar era Eric Sánchez en el décimo tablero contra Jordi Milà en una partida que gracias a una intermedia se llevo a su zurrón. Era el 3 a 2 y la última vez que nos pusimos por delante. Perdió el MF Óscar Ruiz ante el MI Josep A. Lacasa una partida que desde la apertura ya se veía con dificultades. También perdió el MF José Aranda contra el MI Santiago Beltrán una partida que parecía poder hacerse tablas, pero que el jugador del Sitges supo demostrar a todos que no era así. Era la vuelta al marcador de nuestros contrincantes poniendo el 3 a 4 a su favor.

El MC Erik Martínez forzaba tablas contra el MI Enrique Fernández por repetición de jugadas mientras yo vivía en directo como mi compañero Evarist Pérez ganaba una partida que en unas miradas antes le había visto sin dama a cambio de dos piezas menores; pero que supo engañar a su rival (MF Jose Luis Maroto) por la buena disposición de todas las piezas que atacaban al rey contrario. Era el 4,5 a 4,5.

Y se dió una situación que había llegado a soñar despierto en mis pensamientos en algún momento de la semana cuando sufrí-disfruté de ser el último jugador en acabar; pero que se rompieron cuando el final no fue el soñado.

Tras una apertura cómoda, hice una jugada inferior donde regalé las ventajas que tenía (debí jugar un f5 en lugar de un fxg5). Después, aún así, tuve opción dos veces de entregar una pieza por tres peones que me daban bastantes chances; pero que a pesar de verlas y calcularlas no quise arriesgar. Total que llegué en una posición inferior al momento final, donde no tuve opción ninguna a engañar a mi contrario, incluso lo peor es que me engañé a mi mismo realizando una secuencia de dos o tres jugadas a cual peor.

Tuve en mis "cálculos" la opción histórica de dar al equipo el punto o medio punto que hubiera hecho historia; pero fui incapaz, me sentí incapaz ... Mi rival (Oriol Layola) no me dió opción, a pesar de dejarse una ventana semiabierta al ganarle una pieza que me cegó más a mi que a él, porque la posición seguía estando superior para él y yo no supe a partir de ese momento gestionar ese momento de duda que pudo tener él o que le pude haber creado. Él supo jugar fácil y yo se lo puse más fácil todavía, demasiado fácil.

Una derrota dolorosa, llorada en silencio... Sé que alguien siempre debe acabar él último y que en este caso me tocó a mí, pero jode en el alma, y te quedas jodido. Jodido con ese sentimiento de haberle fallado al equipo, a tantas miradas que están sobre ti en ese preciso momento aunque sepas que realmente no es así de real, que es coyuntural quien sea el último en acabar.

Durante el encuentro vinieron muchos: los jugadores del B que ya estaban, socios, jugadores del equipo C, del D, ... que acababan y ráudos volvían al club para dar apoyo, exsocios que a primera hora ya estaban con nosotros apoyando, también familiares de jugadores que tampoco querían perderse tal momento, ... Una afición sencillamente fantástica.

Tras el match tuvimos "celebración" alrededor de muchas mesas porque muchos quisieron estar apoyando, porque a pesar de la derrota y de estar algo tristones, esa es nuestra fuerza, nuestro poder, nuestro aval: tener un club amateur donde lo importante y lo primero son las relaciones humanas, la amistad y el disfrutar en compañia del resto el día a día del club, donde no importa en que filial juegues, donde lo verdaderamente importante para todos, ese vínculo que nos importa es el sentir santmartinense.

Pero que cerca estuvimos ..., nunca habíamos estado tan cerca ...