Queda claro que este año nos está costando sudores y lágrimas sacar los puntos adelante. Este domingo volvió a ser un domingo de agonía hasta que pasadas las 13:30 logramos el punto de la tranquilidad para poder vencer por la mínima.
Parece ser que gastamos toda la suerte en la primera ronda contra el Sitges y desde entonces no hemos vuelto a tener partidas que se nos giren inesperadamente a favor nuestro, más bien nos ocurre al contrario. Lo que nos hace sufrir hasta el final. Este punto era bastante importante para nosotros para no dejarnos tocados y "obligados" en las tres últimas rondas. El Ideal Clavé se presentaba con los deberes hechos y la tranquilidad que da estar ya salvados en la quinta ronda. Eso les permitía jugar sin presión y buscar otros objetivos más altos. Nosotros, al contrario, tras jugar con los 4 equipos más potentes en las cinco primeras rondas, nos veiamos en la obligación de empezar a puntuar ya.
Tampoco empezó la mañana de forma muy buena para nosotros. El primero en acabar o los primeros en acabar fueron David Vivancos haciendo tablas contra Juan José Trigas y Miquel Fernández, que sucumbía ante Eugeni Romero tras una mala partida y un gran aprovechamiento por parte de Eugeni. No era nada halagüeño. Subía el 0,5 a 1,5 en el marcador y ya comenzábamos a ir contracorriente. No eran ni siquiera las 12 del medíodia (pero casi), el resto de la mañana prometía ser sufridora.
Tras ellos acabó Luis Sánchez, que tras pasarlo mal en la apertura ante Josep Pellús firmó unas tablas en una partida que se veía con dificultades. Un rato después perdí yo ante Jordi Anglí tras no organizar bien el plan post-apertura. Me fui quedando sin espacios y posibilidades y la desesperación me hizo entregar una pieza que no servía para nada, para perder más claramente si acaso. Mal iba la cosa con 1 a 3 en el marcador.
Tras de mí finalizaron muy seguidos Evarist Pérez que se impuso a Javier Peñas en una partida que el final lo marcó el tiempo y Ricard Llerins que se impusó a Roc Messeguer tras darle la vuelta a una posición que en principio no ofrecía muchas garantías. Pero una entrega de pieza por peones primero y recuperación de material después le otorgó la posibilidad de girar las opciones en la partida. Una proposición de cambio de damas por parte de Roc dejó casi sentenciada la partida. Era el 3 a 3 y se nos abría el horizonte.
Pero nuestras desgracias no vienen solas y Josep Maria Vázquez se dejó una pieza en una posición, que aunque no estaba clara, sí tenía un peón de más si no recuerdo mal. La pieza fue fulminante para los intereses de la posición y suponía ponernos al borde del abismo. 3 a 4 y tocaba ir a remolque de nuevo.
Óscar Ruiz nos devolvía al match tras ganar su partida en la que rechazó unas tablas, que posiblemente lo eran en aquel momento (aunque existía una ligerilla ventaja y una posición sin peligro), tras la apertura que volvieron a ser cruciales para nuestros intereses. Poco a poco fue imponiendo la mejor disposición de estructura y acabó llevándose el gato al agua. 4 a 4 y volvíamos a estar vivos.
Quedaban dos partidas, una de posición complicada y otra que aparentemente no perdíamos, pero parecía muy complicado poder ganarla. La clave estuvo en la partida de José Aranda que finalmente se impusó tras estar tanto él como su rival Joan Antoni Pérez jugando, y haciéndonos sufrir, en los apuros de reloj. Con el quinto punto en el marcador ya sólo tocaba esperar si Francisco Núñez era capaz de imponer el peón de más en un final de alfiles de distinto color ante un imbatido Carlos Martín que se presentó a jugar con unos 5 de 5 impecables. Finalmente fueron tablas y significaba el fin de la agonía y la victoria ajustadísima ante un Ideal Clavé que vino decidido a ganarnos. Al final 5,5 a 4,5 a nuestro favor muy sufrido.
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