Bien, bien, bien... así que lo que no era más que una simple conversación nacida a raiz del nuevo blog creado por nuestro compañero y amigo Joan Fontanillas, se ha convertido de la mano de mi queridísimo brother en una realidad. Ya tenemos blog y como era de esperar, blog conjunto. !Esto es lo que se dice vidas paralelas!
Vale, de acuerdo. Así las cosas, no me queda más remedio que escribir una presentación y debería escribir cosas de vez en cuando para que el blog se vaya actualizando, y de esta manera, mantener un mínimo de interés por parte de nuestros sufridos lectores.
Me inicié en este mundillo, si bien de manera muy incipiente, allá por el año 1980. En aquel lejano año, mi querido maestro y amigo Joan Prat (que en paz descanse) que era padre de una amiguita de clase (yo cursaba el 6º curso de la EGB) se ofreció a la escuela para dar unas clases de ajedrez a los niños que les pudiera interesar. Todo empezó con un pequeño torneo entre todos los alumnos de 6º (más de 100 alumnos) en ese torneo logré el segundo lugar. Llegué a la final y en esa memorable partida en la que me jugaba el ser o no ser de mi futuro ajedrecista, conseguí rendir a un nivel que si bien en aquel momento me sorprendió negativamente, ahora con la perspectiva de los años y conociendo cual ha sido mi futuro ajedrecístico (hasta el momento, claro) lo veo como lo más lógico que le podía ocurrir a un negado como yo! bueno, que me pierdo por los cerros de Úbeda... como decía, en aquella decisiva partida desplegué un nivel absolutamente nefasto -como decía, el nivel al que estoy acostumbrado- y la perdí en 4 jugadas magistrales de mi rival (un niño repelente y empollón... de esos de gafitas y flequillo que siempre hacía los deberes y sacaba notas buenísimas) fui víctima del famoso y durísimo MATE PASTOR.
A partir de aquella experiencia mística empezamos las clases y las competiciones escolares por equipos. Allí coincidí e inicié una duradera amistad con dos ex-ajedrecistas del glorioso Sant Martí, Javier Julià y Antonio Jiménez. Allá por el año 1982, creo que muy a principios, el Sr. Prat (como se le conocía al entrañable Joan) decidió que había llegado el momento de que conociéramos el ajedrez en esencia pura y qué mejor que llevarnos a un club plagado de figuras ajedrecísticas y con una progresión geométrica hacia las más altas cotas de la nada! al famoso CLUB DE AJEDREZ SANT MARTÍ. Allí conocí a mi brother Pablo Castillo y desde aquellos momentos ya quedé prendado en este milenario y maravilloso juego-deporte-ciencia.
Y, hasta aquí escribo... que lo mismo me he pasado y os he rayado mucho para ser el principio.
Por Monluis
1 comentario:
¡Ánimo Monluís que los inicios siempre son duros! Has mejorado mucho y seguro que, desde el cielo, cierta persona mira con alegría tus logros ajedrecísticos mientras fuma su carismática pipa.
Publicar un comentario