12/12/10

Una sobre niños ... y ajedrez

Realmente es impresionante observar un campeonato de crios, sobre todo aquellas categorías por debajo del sub-14, el resto ya parecen jugadores seniors prácticamente. Este fin de semana he tenido el "privilegio" de observarlo en directo debido a que mis hijos, hace un mes, han decidido aprender a jugar. Ese me ha "obligado" a apuntarlos primero en el CEEB del Barcelonés y al niño en el Memorial García Ilundáin "d'escacs de base". Yo sabía de estos torneos, hasta ahora, por lo que me comentaba MonLuis al llevar a sus hijos, u otros amigos que ya se habían visto en la tesitura de pasar por este proceso; pero jamás había llegado a imaginar la magnitud del acto. No es lo mismo ver a muchísimos jugadores de cualquier torneo que ver a tantísimo crio, muchos de los cuales no llegan con los pies al suelo una vez sentados.

Es algo espectacular ver a tanto niño jugando junto. La diferencia entre el viernes y el sábado, principalmente creo que era el bullicio de fondo. El viernes al ser un campeonato con 90 minutos por jugador, el silencio ambiental era más sepulcral, si bien era imposible que se diera del todo. La ventaja también estaba que a medida que acababan los niños, estos iban marchando por lo que el ruido ambiental no iba "in crescendo".

El sábado fue demoledor ese ruido. Al ser partidas en ritmo rápido (15' +5'') y 8 rondas en el mismo día, suponía una fiesta entre ronda y ronda. El ruído crecía y decrecía de manera ensordecedora entre ronda y ronda y era inevitable que una vez iban acabando, al tener más rondas en juego, la sala y anexos se convertían en una "zona de guerra". Algo de lo más sorprendente era observar como cientos de niños hiperactivos mientras esperaban el sorteo de la siguiente ronda se convertían en serenos niños concentrados en 32 trebejos y 64 casillas. No me podía creer la transformación de mi hijo por poner el ejemplo más cercano a mí; pero es que ese detalle era observable en muchísimos más por no decir en todos. Pasaban de seres incontrolables dedicados a divertirse lo máximo mientras no jugaban a seres calmados y centrados en esa nueva partida que les tocaba jugar; y así ronda tras ronda. El momento que colgaban las listas de la ronda era como ver una "ataque" de avispas; imaginaros ver decenas de niños corriendo a ver donde les tocaba jugar y agolpándose unos sobre otros para visualizar que tablero les tocaba. Ver las caras durante las partidas de tensión, de alegría, de lloros, ..., en muchos niños era vivir un momento impagable.

Rompepiernas fue también para los padres, entrenadores y demás acompañantes. Tengo que reconocer que 10 horas, casi todas de pie, con el torneo es una prueba de fuego inmensa que hay que pasar para saber de que se habla; también tengo que reconocer que es un cansancio llevadero porque ver disfrutar así a los niños no tiene precio. Algunos grupos estaban perfectamente organizados porque venían a modo de excursión prácticamente con todo muy bien estructurado.

También merecen un elogio los árbitros porque intentar mediar entre tanto niño es una faena ardua y diría que mal pagada. Tuvieron un trabajo contínuo y sin descanso que tal vez pasa inadvertido para la gran mayoría, pero creo que es algo que hay que destacar porque se merecen un aplauso por esa paciencia infinita de la que tuvieron que armarse.

Además, me parece que la organización (FCdE el sábado y conjuntamente el viernes con el Consell d'Esports Escolar de Barcelona)) hizo un trabajo impecable y tiene un futuro esplendoroso. Yo no recuerdo en mi época torneos de niños tan sublimes y numerosos como estos; amén de que creo recordar que las categorías ya eran menos que las actuales. Buen trabajo el realizado en este campo; muy buen trabajo sí.

El único punto negro que encontré es que observé comportamientos sumamente antideportivos, chulescos y fuera de todo orden de depotividad y reglamento en algún niño. Lo peor es que el padre o tutor lo viera en directo y encima casi le diera bendición al comportamiento del niño en lugar de quitarle razones a su hijo y enseñarle, en su lugar, los buenos valores que deben regir este noble juego. Antes de empezar a saber jugar creo necesario enseñarles las reglas de comportamiento así como las reglas básicas del juego; pero sobre todo educación que es un compendio de las reglas (tanto de juego como de comportamiento). Un crio puede ser ingenuo por desconocimiento de las reglas; pero de ahí a chulear a los contrarios e incluso a los árbitros... Mal andamos si no se les enseña desde el buen sentido y la buena práctica.

El viernes al menos habían 350 niños juntos peleando por la primera ronda del CEEB Escolar d'Escacs Individual 2011 en todas sus categorías: sub-8, sub-10, sub-12, sub-14 y sub-16.

El sábado casi llegaban a 300 los niños y jóvenes jugando por el Trofeo Memorial García Ilundáin Escacs de Base en sus diferentes categorías: sub-8, sub-10, sub-12, sub-14 y sub-20. Felicidades a todos los campeon@s de cada categoría.

6 comentarios:

Jordi Sabater dijo...

Esos "padres", si supieran quién fue David Garcia Ilundáin, quizás se avergonzarían un poco de su lamentable actitud destructiva versus la sociedad en general. Las vallas están para algo...

Por otro lado, muchas felicidades a tod@s l@s que montan el sarao, es un trabajo impagable.

Pablo yo no he sido padre, pero si un tio muuuuuy activo y realmente cuando te pegas muchas horas para que los nenes disfruten y valoren algo que nosotros no hemos tenido, la satisfacción es incluso más grande que el cansancio.

Felicitats papa!!!

Unknown dijo...

Aprovecho el comentario de Saba para derivar a otro subtema. Eso de que "nosotros no tuvimos esto". Pablo sí lo tuvo creo, a través de personas como Prat y Martín. Lo mismoque Monluis y otros que han despuntado en el club. Un suerte que han sabido aprovechar con su esfuerzo, la verdad. Yo anduve bastante solo hasta los 16 y de hecho ni se me mencionó la existencia de torneos escolares cuando todavía podía disputarlos -en otro club- porque supongo dieron por sentado que con esa edad no haría nada significativo.
En cualquier caso, lo que quiero plantear es que cuando los chavales vienen tan encauzados desde pequeños pueden acostumbrarse erróneamente a que las cosas se organicen solas y den por supuesto que se les tiene que dar clases, pagar viajes... Luego se hacen mayores y no sé exactamente por qué cada vez cuesta más que la gente joven -exescolares- asuma responsabilidades con el club. La tónica general es que se acostumbran a llegar al club y que, por arte de magia, el torneo esté organizado. Esta tendencia afecta a muuuuchos clubes.

Unknown dijo...

Otro apunte en cuanto a la "mala educación" de algunos chicos. Hablo como profesor.
En mi opinión es un fenómeno que va al alza por varios motivos:
1) Una pedagogía "blanda" muy de moda que mima en exceso a los pequeños monstruos y los sobreprotege en exceso. Tienen muchos derechos y pocos deberes. Esto es culpa de los políticos, que para tener contentos a los padres votantes les venden mucha moto y crean reglamentos que nos restan autoridad a los docentes y diría que incluso a las fuerzas de seguridad.
2) Las familias brillan por su ausencia. A veces son monoparentales o padres separados -y eso disminuye el control y la coordinación de los padres-, otras veces es que los padres por trabajo no le dedican el tiempo necesario a enseñar ciertos valores y otras veces ocurre que los padres son igual de maleducados que los hijos. Luego no se puede pedir que la escuela supla a los padres/madres dimitidos.
3) Los valores que transmite a sociedad impulsan a ser triunfitos musicales, cristianos ronaldo cabezas-huecas... Se valora en exceso la juventud, lo superficial, de consumo, y lo que suena a adulto y a esfuerzo suena a pasado de moda y a pringao. Antes un "adolescente" era un ser imperfecto, en construcción, que "adolece", y ahora ponen a cualquier niña nórdica de 13 años como estereotipo de belleza femenina. Con 30 ya son viejas.

monpablo dijo...

Bueno, yo empecé con 16 años y federé con 17, así que iba algo sobrepasado de años, jajaja. Cuando pude ir, ya era mayor para los juveniles. Así que me perdí parte importante de aquellas épocas.

Nosotros no tuvimos lo que tienen ahora los jóvenes, al menos en esa magnitud, tan solo existia el juvenil y el infantil creo recordar. Todo lo que ahora organiza la FCdE y el CEEb por ejemplo ni por asomo que yo recuerde por entonces. Así que ahora pueden disfrutar mucho más a menudo de estas cosas los jóvenes que antes y me parece estupendo que así sea.

No hablo de personas como Prat y Martín, de ellas siempre ha habido, las hay y las habrá; y menos mal que las hay.

monpablo dijo...

Jajaja, vaya discursazo, me has dejado anonadado, aunque no te falta razón.

Yo tan solo pretendía realizar una referencia a educarlos "ajedrecísticamente", pero no te llevaré la contraria para nada.

Unknown dijo...

jajaja bueno es que últimamente curro mucho en el instituto y ando un poco "quemao".
También hay chicos majos, eh?