El sábado 2 de octubre dió comienzo la 1ª ronda del II Tancats Sant Martí. Tras una semana traumática por cambios de jugadores en ambos grupos, tanto el de MI como el MC, parecía que daba comienzo una nueva edición sin más sobresaltos.
En el cerrado de norma de MI se pudo disputar la primera ronda sin más incidencias que una partida que ha quedado aplazada con el visto bueno de la Federación. Y ese comienzo vino a pesar de la obligación de cambiar a un jugador que debía aplazar tres partidas por causas particulares y que la misma FCdE no autorizó avalada por la reglamentación vigente.
Los resultados han sido bastante tablíferos por el respeto mutuo que se han tenido los diversos jugadores en sus enfrentamientos, a pesar de que algunas partidas fueron feroces. Quien tuvo mejor premio fue el MF Joseph Ryan que ganó con blancas al MI Luis Rojas, buen comienzo para él.
Los traumas comenzaron en el cerrado de norma para MC. Cuando parecía todo normalizado tras la intensa búsqueda de dos suplentes a dos dias de comenzar el torneo por diversos abandonos de última hora (uno justificado por problemas laborales y otro pues ... a saber), nos fulminó este sábado un jugador con poca ética (por decirlo suave) que no se presentó a jugar el sábado y del que aún carecemos de noticias a día de hoy; y de nuevo la estricta reglamentación o en este caso pensamos que la interpretación de ésta. Parece mentira como un cerrado, cerrado hacia casi un mes, valga la redundancia, puede girarse de esta manera.
Los resultados de la primera ronda fueron más agresivos que en el grupo de MI y se dieron tres victorias (de Douglas Tomás, de Sergio Alonso y de Jesús Carrasco), un empate tan sólo y otra victoria (que quedará invalidada ya sabreis más adelante porque) por incomparecencia de su rival Emilio J. Muñoz Cuesta. Aquí empezaron, de nuevo, los problemas con la organización del mismo.
Consultamos el lunes con la FCdE que nos confirmará si a pesar de que se eliminara en segunda ronda un jugador por incomparecencia seguiría siendo válido para norma de MC. La organización pensaba que sí dado que en la reglamentación de normas de MC actual tan sólo éxige literalmente que los jugadores jueguen un mínimo de 8 partidas reales, lo que hubiera ocurrido en caso de continuar a partir de la segunda ronda sólo 9 jugadores.
La sorpresa fue cuando la FCdE nos comunicó que, en base a un artículo (4.1.) en la reglamentación para la homologación de torneos donde se redacta la obligación de ser 10 jugadores mínimos en la organización de un torneo por grupos, debíamos cambiar al jugador.
Lo que no hemos entendido es que tiene que ver una cosa con otra, ya que nuestro torneo si tenía 10 jugadores inicialmente, con la salvedad de que en segunda ronda se hubiera eliminado a uno por incomparecencia. Pero que esta situación de quedarse con 9 tras la primera ronda no transgredía la reglamentación de normativa de normas de MC ni la del punto 4.1 de ser 10 jugadores en su inicio entendemos.
La cuestión es que nos "obligó" (la FCdE que es soberana claro está) a buscar sustituto para que el torneo siguiera sirviendo para norma, con la dificultad añadida de encontrar a alguien una vez jugada una ronda y cuando el fin de semana dieron comienzo muchos otros torneos que añadían más problemas en encontrar sustituto. Eso sí, la FCdE ha sido muy diligente en todos sus pasos ya que los ha realizado con extrema celeridad, lo que nos ha dado más tiempo a nosotros en buscar soluciones.
La suerte nos ha sido propicia (y gracias al trabajo impagable de Ricard Llerins en su búsqueda desesperada de otro jugador), porque un día despues hemos encontrado un jugador presto a jugar el cerrado, y gracias también a su buena voluntad el torneo volverá a los cauces normales de la reglamentación y podrá proseguir sin más sobresaltos.
Fuera de este problema que ha podido salvarse, lo que no nos parece razonable es que con esta obligación reglamentaria de cambiar al jugador que nos destrozó el cerrado, éste habrá completado su obra sin castigo alguno ya que no saldrá en los informes y no tendrá pena ninguna, ni siquiera la mínima de haber perdido 7,5 puntos de elo, que aunque no tenga excesiva o ninguna importancia, al menos era un mínimo castigo. Esto si es pecar e irse de rositas.
La verdad es que con todas estas dificultades se quitan las ganas de organizar cerrados porque los problemas son mucho mayores y te quedas pillado si a algún jugador se le tuerce el entendimiento. Porque si no vas a jugar lo correcto es comunicarlo, que al menos la incidencia será más mínima y no afectará a nadie porque como mucho se anulará el cerrado; pero al menos antes de comenzar. En un open abierto la incidencia es distinta porque el torneo sigue su curso, en un torneo cerrado es, hablando en plata, un "putadón".
Estas acciones de incomparecencias sin justificación deberían estar castigadas de algún modo porque son un lastre para los organizadores de cualquier evento. Con lo fácil que es no inscribirse.
Ya para acabar cuelgo el nuevo cuadro del cerrado de MC, que por otra parte, jejeje, espero que sea el último:
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